(Por Francisco Sagastegui, “Pacho”.-(Publicado en el Diario Norteexpres 5-8-1970)
Estos remotos tiempos de que quiero hablar son los que corren desde la formación usual de los apellidos en la edad media hasta el siglo XVI. Al tratar del de Estíbaliz, circuscribo mis observaciones a la Rioja, porque no tengo datos de otras partes. Los que aquí verá el lector están sacados del Archivo Provincial de Navarra, donde entre pergaminos y polvorientos papelotes duermen muchas noticias de Álava que no sé cuando despertarán del sueño pasado del olvido.
En la Rioja Alavesa se formo el apellido de la siguiente manera, parecida a la de Castilla y otras regiones:
1.- Por mote, profesión y modo de vivir o por cualidades individuales. Recorriendo listas, hallamos por aquel tiempo en Laguardiay pueblos cercanos:Martín, Zapatero, Diego Gaitero, Fernando el Coxo, la Gallosa, la del Tenajero, López Pelegero y López TorneroSancho Olfange, Pedro Trabuquero, Sancha la Gorda, Juan Calvo, Buenas Gracias, Juan Fijo de Torciencillos, la mujer del Colirón, el yerno de la Cixa, la Mujer de Martín Verdugo, La Clava de Cogarro, María la Redondo, el Ramo, Pedro el Sordo y Martín el de la Balesta, Juan el Bestianzo, el Bestiartzo, Sancho el Pastor, Juan el Hijo de Juan Maestro, Juan Periz Bon Amor, Doña Vria Turnarín … y otros mil. Véase en el Archivo citado los “Libros de fuegos 1.366 y 1.427”, el titulado “Recepta 1.366 y 1.369”, algunos tomos de la colección de Registros y otros documento similares. Poco a poco estos aditamentos se pegarán al nombre y se incrustarán en él, y en ocasiones le sustituyeron, representando la personalidad del que de buena o mala gana cargaba con ellos a cuestas. Y como se heredan los bienes, se heredaron los calificativos, llegando así a echar raíces en una familia.
2º.- La mayoría de los apellidos era de origen patronímico.. Y así se trasmitieron tantos García, Gil y Ochoa, que tan pronto hacían de nombres como de apellidos. Así vinieron a la vida los Ibañez, los Martínez, Fernandez, Ortiz, Pérez, López, Ruiz González, Sánchez, Xeménex. En 1.366 Bernedo y sus aldeas, suman tan solo 59 fuegos. Entre sus dueños, 5 llevan el nombre de Pedro; siete el de Martín; y nada menos que 17 el de Juan. No obstante nueve solamente se apellidaban Ibáñez. Porque no había reglas fijas respecto de apellido de filiación, quedando a veces al arbitrio del capricho, así vemos citado un Juan Pérez, hijo de Juan Escudero. Lo Lógico sería llamarse Juan Ibáñez. Los patronímicos iban seguidos muchas veces del mote, como puede verse en Martín Ibañez, Matarraposos, de Lanciego, Martín Sánchez, Chupa. Juan Díaz Trabuco (Trabuco no era el arma que después así se llamó), Martín Fernández Paniagua y Juan Pérez Pachón; estos cuatro vecinos de San Vicente de la Sonsierra.
3º.- Los apellidos, rara vez eran tomados de objetos naturales. Apenas podemos citar ejemplos fuera de J. Cabañas, persona de relieve en Laguardia, donde fue alcalde.
4º.- Una buena parte de los apellidos indicaban procedencia geográfica, precedidos o no de la preposición de, que aquí no significa señorío o nobleza. Del apellido patronímico y del de origen se formó el compuesto, no tan en uso en el país entonces como ahora. No siempre se heredaba el apellido de procedencia. El Hijo de Pedro de Vitoria, se llamó Martín Pérez y no Martín Vitoria ó Pérez Vitoria.
El apellido compuesto se reservaba principalmente a los que residían fuer de la localidad de origen. Así Juan García de Laguardia,(arquitecto Mayor del Rey de Navarra, Carlos el Noble), era en Laguardia Juan García a secas. Lo mismo sucediera a Juan Fernandez de Laguardia, cirujano del mismo rey. ¿Cuál sería en cambio el apellido Guardiense del pintor de la Corte Juan Laguardia, o el del arquitecto de la catedral de Pamplona, Francisco de Laguardia? Gonzalo Sanchiz de Samaniego es a veces en los documentos navarros Gonzalo Sanchiz de Laguardia, porque en Laguardia sin duda moraba habitualmente. Nada se diga de los religiosos de ordenes mendicantes, los cuales adoptaban a menudo como apellido el lugar de origen. Por citar un caso, pongamos el nombre de Fr. Pedro de Laguardia, prior de los dominicos de Estella. Veo entre los apellidos de ésta época escasos nombres de santos y ninguno de animales o plantas. Los Vascos que no indiquen procedencia son rarísimos en Laguardia y cercanías.
El apellido Estíbaliz lo hallo el año 1345 en Piedramillera (Pedro Estíbaliz). Al frente del Santuario de San Gregorio estaba en 1354, Fr. Pero Estinalez. Juan Estívaliz, también mayor y mozo de Viana; Juan de Labraza; Pedro Estinaliz de Aguilar; Martín Estívaliz de el Villar. En 1368 y 69 solo hallo en Laguardia un Pedro Estívaliz. En 1427 el alcalde del mismo pueblo es Pedro Estibalez.
Si examinamos los apellidos de procedencia usados entonces en Laguardia, San Vicente, Viana y Estella, pueblos formados en gran parte por inmigración, notaremos al momento cuales fueron las infiltraciones que los formaron. Creció su caudal a expensas principalmente de las localidades próximas, y, solo de cuando en cuando, tropezamos con personas no judías procedentes de lejos.
Originarios de la parte central de Álava se puede citar un conjunto de apellidos aquí avecindados; Guevara, Mendoza, Salvatierra... ¿Qué explicación tiene el hecho de que el apellido Estíbaliz fuera relativamente numeroso? Sin echar abajo lo que llevamos escrito sobre la manera de formarse los apellidos en la Rioja Alavesa, me parece que no se podrá decir que procedía de migración del cerro de Estíbaliz ó de Villafranca de Estíbaliz. El cerro nunca estuvo en verdad poblado; probablemente debieron de vivir a la sombra del Santuario algunos granjeros del monasterio de Nájera y contadas personas encargadas del servicio y custodia. Y la aldea adjunta no era entonces más que ahora. El éxodo de los habitantes de Estíaliz y sus cercanías fue hacia Vitoria, no hacia Laguardia. Crecía Vitoria merced a Arriaga, a expensas de Armentia, de Elorriaga, acaso Mendoza, que tenía más renombre que habitantes; a expensas de todas las aldeas de la Llanada. Vitoria devoró a Doipa, a Olárizu, a Avendaño. Cada uno de los riachuelos que bajan de sus montes da un hilillo de agua al Zadorra. Cada aldeíta de la Cofradía de Arriagaa dio su contingente a Vitoria. Lo que extraña es que un pueblo como el de Vitoria de entonces, pequeño y con pocos medios de vida, poseyese la fuerza de expansión que supone tener desparramados sus hijos por toda Navarra, por La Riojaa.. un poco por todas partes y llevarse a todos los rincones sus armas,sus clavos y sus cuchillos. Es claro que no fue, sino la devoción, la que extendió el nombre de Estíbaliz por Navarra y las orillas del Ebro. No llegaron a ello , a pesar de la popularidad que tenían en la comarca que tratamos, las advocaciones de la Virgen de Toloño, La Piscina y otras … La devoción a la Virgen de Estíbaliz, hizo que se adoptase en Álava y fuera de Álava, no solo como apellido, sino también como nombre; Estitxu, propio de hombre y de mujer, en siglos más cercanos a los nuestros.
(Nota: Francisco Sagastegui era el propietario del Restaurante Casa Paco que abrió en 1921 en la cuesta de San Francisco, para pasar al poco tiempo al nº 17 de la calle Mateo Moraza. Cedió el negocio a sus tres hijas que lo mantuvieron abierto hasta 2001.)